Nuestros orígenes

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Nuestros orígenes

En 1938...

Jacob Mazereeuw funda Enza Zaden. Nacimos de la ambición de un solo hombre y, con el paso del tiempo, nos convertimos en un actor mundial. Y esto gracias al mejoramiento y a la producción de excelentes semillas de hortalizas y a nuestra experiencia de cultivo puestos al servicio de los productores." En nuestra empresa familiar perdura el espíritu emprendedor de Jacob, que se transmite de generación en generación.

Para él, ningún obstáculo era insuperable. Su determinación incansable e inquebrantable daba fe de su carácter de pionero innato. Más tarde, su hijo Piet, como buen innovador y mejorador de vegetales por naturaleza, infundió en la empresa su gran pasión por las plantas y el desarrollo de productos. Por último, Jaap, actual CEO y tercera generación Mazereeuw, continúa guiándonos hacia metas cada vez más ambiciosas, gracias a su visión a largo plazo.

Quien no arriesga, no gana

“Hay que atreverse a correr riesgos, a invertir dinero para ganar dinero”.

Esta afirmación se oye a menudo en Enza Zaden, y es muy cierta. Sobre todo, en el sector del mejoramiento. Se necesitan hasta 10 años de inversión (en términos de tiempo y dinero) para desarrollar una nueva variedad hortícola. Y, aun así, debemos ser los primeros y los mejores si queremos recuperar la inversión. El espíritu emprendedor que lo inició todo en 1938 continúa impulsando nuestro negocio. Por eso, cada año invertimos el 30 % de nuestra facturación en investigación y desarrollo. ¿Por qué? Porque queremos ofrecer las soluciones que mejor se adapten a cada cliente en el momento justo y, de ese modo, cumplir con nuestro propósito: mejorar para alimentar al mundo y aportar valor para lograr una vida sostenible.